En la antigüedad, por costumbre, en lugar de decir «Dios te bendiga», se expresaba: «Toma buenas decisiones». ¿Te has puesto a pensar cuán significativo ha sido en tu vida el hecho de decidir asertivamente? Te ha permitido, estoy segura, en primer lugar ser feliz porque la misma no te lleva a una encrucijada, en cambio te permite transitar por el camino de la sabiduría, que al final te llevará al éxito.
Quiero decirte que entiendo, que no es nada fácil el hecho de estar a punto de tomar una decisión crucial en tu vida. Se convierte en un momento en el cual parecieras escuchar muchas voces y cada una te habla de lo que debes y lo que no debes hacer. Si nos remontamos a la Biblia y recordamos la historia del rey Salomón, vemos cómo un joven de diecisiete años tuvo la oportunidad de pedirle a Dios todo cuanto quería, ya que lo mismo le iba a ser concedido. Otro en su lugar quizás hubiese pedido riquezas, fama, en fin, una serie de cosas que al final no le hubiesen asegurado el éxito. Sin embargo, este personaje le pidió al Dios todopoderoso: sabiduría. ¿Y sabes qué hizo Dios? Se la concedió, pero además le dio poder, autoridad, riquezas y ser el rey más recordado, aun hasta nuestros tiempos, precisamente por su sabiduría.
Acuérdate de esto: llegan dos mujeres ante Salomón con un niño y cada una decía que ese era su hijo, ante tal situación Salomón respondió con una salida salomónica, les dijo: «Que traigan al niño y será cortado en dos, dándole una parte a cada una de ellas». A lo que una de las mujeres dijo: «¡NO! Que se lo entreguen a ella». Así el amor de madre se reflejó en el sacrificio de entregarlo antes de verlo sin vida.
Esto te lo quiero reflejar por el hecho de que, aunque te encuentres en el momento más trascendental de tu vida ten presente: hay alguien que tiene respuestas para todo y no se equivoca, ese es el Dios «Yahvé Elohim de los ejércitos». Él te revelará lo que debes hacer, cuándo y cómo.
Hay alguien que tiene respuestas para todo y no se equivoca, ese es el Dios «Yahvé Elohim de los ejércitos». Él te revelará lo que debes hacer, cuándo y cómo.
Estoy convencida de que el éxito tocará a tu puerta; Y nada ni nadie podrá descifrar lo que tú estás haciendo. ¿Por qué? Porque las estrategias divinas son perfectas.
Recuerda a Nehemías; se le asignó una tarea y en cuatro meses de antelación se le dieron las estratagemas con las cuales no solo iba a derribar al adversario, sino que iba a cumplir el propósito trazado por Dios y encomendado a él.
Dios es un ser misericordioso y nos quiere a todos por igual, ya que Él nos creó. La diferencia es que a los que hacemos su perfecta voluntad nos bendice. Arrebata pues tu bendición. ¿Cómo? Cumpliendo con el manual de instrucciones (las Sagradas Escrituras), tal como lo hace un piloto al trazar su plan de vuelo, no lo hagas en tus fuerzas, hazlo en la sabiduría de Dios y verás el despuntar de gloria cual avión en plena pista a punto de despegar con un horizonte ilimitado.
«EL SEÑOR AFIRMA
LOS PASOS DEL HOMBRE CUANDO LE AGRADA SU MODO DE VIVIR: PODRÁ
TROPEZAR. PERO NO CAERÁ.
PORQUE EL SEÑOR LO SOSTIENE DE LA MANO»
Salmo 37:23-24 (NVI)
Nota: Artículo extraído del libro “Secretos de Realeza” un manual de estrategias para una vida de excelencia