Tu actitud definirá tu altitud

Tu actitud definirá tu altitud

Mucho se habla acerca de cómo alcanzar el éxito, cómo triunfar en la vida y cómo realizarse profesional y personalmente, pero siempre lo hacemos esperando que venga alguien y nos dé una receta que nos permita llegar a la cima.


Me motiva escribir esta reflexión el hecho de saber que como seres humanos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Es decir, del que todo lo puede, todo lo sabe y se hace presente aun en lo más sencillo y sublime como es la naturaleza hasta el bravío mar. Por lo que, si venimos de una casta de reyes, debemos tener esa actitud y estar conscientes de que con ese linaje ya podemos decir que pertenecemos al equipo ganador. Aunque para muchos no es suficiente para subir a la cúspide, lo que me deja entender que solo nuestra actitud definirá nuestra altitud.


Si somos hijos de un Rey cómo podemos entretenernos en nimiedades, en miserias humanas que lo único que logran es distraernos de nuestro objetivo desenfocarnos y no ver claramente nuestra visión. Por eso quiero decirte que todos tenemos un propósito que cumplir, que todos estamos hechos de una madera de triunfadores y somos una generación de seres extraordinarios dispuestos a enrumbar nuestro futuro, solo en el momento que quitemos de nuestros ojos las escamas espirituales que no nos dejan ver más allá de la frontera, de lo tangible, de lo posible.


En la Biblia, Romanos 4:17 (RVR 1960) dice: «Llama las cosas que no son como si fuesen», eso es totalmente cierto porque si no ¿cómo hizo Walt Disney para crear un mundo de fantasía que mueve las emociones y produce una utilidad mayor a la empresa PEMEX? (Petróleos Mexicanos). ¿Por qué lo logró? Porque lo soñó, aunque parecía utópico, creyó en su sueño, lo fortaleció y hoy es una realidad que todos vemos. Así pasa en cada área de nuestras vidas; vemos jóvenes, hombres y mujeres con grandes potencialidades, pero limitados en sus mentes a no activar lo que ya por promesa divina les pertenece. Llegó la hora de despertar, llegó la hora de las águilas que se remontan a las alturas, divisan su presa u objetivo y se dirigen a ella.


Todos tenemos un propósito que cumplir, todos estamos hechos de una madera de triunfadores y somos una generación de seres extraordinarios dispuestos a enrumbar nuestro futuro.


Esto no es retórica ni palabras bonitas escritas sin profundidad, esto es, desde mi punto de vista, una invitación a que no permitas que nadie te robe tus sueños, Mientras se te presenten obstáculos recuerda que David, tan solo un jovencito, con cinco piedras derrotó a Goliat.


Así vemos a veces los problemas «gigantes» que no nos dejan divisar nuestro futuro. Derríbalos y verás el caudal de oportunidades que esperan por ti. Tú, hombre, mujer, joven que lees estas líneas, no dejes que esto se convierta en una emoción pasajera, aprópiate de esto, conviértelo en una antorcha que en tu interior se avive cada día más recordándote que el cielo es el límite, y verás el tiempo que habías perdido estacionado en una trivialidad que solo buscaba distraerte.


Yo lidero una fundación que brinda formación integral a jóvenes y nuestro slogan es: «Punta de lanza hacia la excelencia». Que sean pues, lanzas que atraviesen aun las piedras que entorpecen tu camino para que resplandezcas como el sol de justicia demostrando que, con fe, todo es posible. Te repito no es retórica ni religiosidad, es quizás una forma breve y sencilla en la que puedo sintetizar que estás a un paso del éxito, solo eres tú quien te detiene.


Crece, crece a pesar de las circunstancias y que sean esas mismas circunstancias las que te hagan rebelarte al conformismo de la situación en la que estás. Sigue adelante con actitud de guerrero, y podrás disfrutar del éxito que tú has retrasado. Dice en las Sagradas Escrituras, el libro de mayor sabiduría y que leen los hombres y mujeres más exitosos por lo que allí está contenido, «Y vendrán sobre ti estas bendiciones, y te alcanzarán» Deuteronomio 28:2 (RVR1960).


Detente solo a pensar en esta frase, no dice que tú las perseguirás, cita que ellas vendrán, entonces deja que te alcancen estas bendiciones y así libera todo el potencial y talento que Dios depositó en ti.


Recuerda, venimos del linaje real, de una casta de triunfadores, empieza a vivir como tal con una actitud de rey o reina.

“PORQUE SOMOS HECHURA

SUYA, CREADOS EN CRISTO JESÚS PARA BUENAS OBRAS.

LAS CUALES DIOS PREPARÓ

DE ANTEMANO PARA QUE ANDUVIÉSEMOS EN ELLAS”

Efesios 210 (RVR 1960)

Artículo extraído del libro Secretos de Realeza: Operación Reina Ester. Manual de estrategias para una vida de excelencia.